Bajo el lema “Diálogos del tiempo”, más de cien actividades artísticas se realizarán en los barrios Amón y Otoya este sábado 11 de marzo, en el marco de la novena edición del Festival Amón Cultural.
De acuerdo con la organización, el objetivo de este año es “dar énfasis en nuestro potencial creativo para revitalizar esta zona de la ciudad; una ciudad posible a partir de una red de gente que invita a vivir los barrios Amón y Otoya con sus puertas abiertas, como una experiencia patrimonial y artística por descubrir. Disfrutar de caminar por sus calles históricas que han ido mutando en el tiempo de la mano de la ciudadanía, las instituciones, el comercio y los artistas en lo que hoy en día es un paisaje urbano único.”
Entre los conciertos de este año destacan el de Malpaís, en la tarima principal, y el de Peregrino Gris, en El Muro Art Pub & Comedy Club. El teatro es otra manifestación artística infaltable en todas las ediciones de este Festival. En esta ocasión, Teatro Agosto del Campus TEC San José presentará La gran ventana: encuentro con Amiguetti; y también se presentará el espectáculo El circo de Minotello. Así como funciones de stand up comedy.
Los recorridos guiados tampoco pueden faltar. Como es costumbre, Andrés Fernández, arquitecto e historiador, transportará al público a la Costa Rica de principios y mediados del siglo XX, siguiendo el hilo conductor de la arquitectura patrimonial que ostentan los Barrios Amón y Otoya. Las agrupaciones Chepecletas y La Compañía también realizarán sus propios recorridos.
La pintura es otra invitada permanente, gracias al trabajo de la agrupación Pintores al Aire Libre (Pintal), la cual se dedica a plasmar en sus lienzos gran cantidad de detalles de estos barrios históricos. La exposición podrá apreciarse en la Casa Cultural Amón del TEC. Sin embargo, también habrá otros tipos de manifestaciones plásticas, como la creación de una obra colaborativa de gran formato por parte de la Asociación Costarricense de Artistas Visuales, en la Galería Talentum, y la realización de obras en tiza, en la acera del hotel Dunn Inn, a cargo del TEC y de Mandonnari Costa Rica.
Como es habitual, la danza ofrecerá un “platillo fuerte” en la tarima principal, con la realización de la XVI edición del Festival de Danza Contemporánea con la participación de los cinco grupos de danza estudiantil que posee el Tecnológico, así como de la Compañía Nacional de Danza, de la Compañía de Cámara Danza UNA y de Danza Universitaria, de la Universidad de Costa Rica.
La dedicada de esta edición es Ivette Guier Serrano, ceramista y artista plástica quien ha vivido en Barrio Amón desde su infancia y ha contribuido desde distintos frentes para la conservación y desarrollo de este sector de la capital. Adicionalmente, se tendrá un homenaje póstumo para el actor Álvaro Marenco Marrrocchi, el cual consistirá en una exposición de fotografías y afiches, y de un conversatorio acerca de su vida y obra.
Todos los detalles de las actividades y los lugares exactos donde se desarrollarán se pueden consultar en el documento [2] al final de este artículo.
Un día que refleja el esfuerzo de muchos años
El Festival Amón Cultural es la faceta más visible del trabajo que realiza la Unidad de Cultura y Deporte y la Casa Cultural Amón, del Campus Tecnológico Local San José, en Barrio Amón a lo largo de todo el año y es el fruto de un esfuerzo sostenido en el tiempo que inició en el año 2009, con un proyecto de vinculación que procuró responder la pregunta ¿cuál es el papel que juega el TEC en Barrio Amón?
Esta investigación del antropólogo Enrique Hernández, exprofesor del TEC, y de estudiantes de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo sirvió como diagnóstico de la situación de Barrio Amón en ese momento y, sobre todo, del papel de la memoria en conformación de este histórico barrio josefino.
Tan solo un año después, se inició una alianza estratégica con la Asociación Costarricense de Artistas Visuales (ACAV), la cual dio como resultado la primera muestra de Memoria urbana del Barrio Amón, una exposición de obra plástica en múltiples técnicas con diversas temáticas del barrio. Cabe resaltar que todas las obras son originales y creadas específicamente para el proyecto. Esto ha consolidado el espacio conocido como Proyecto de Memoria Urbana del Barrio Amón, el cual ha realizado ocho muestras consecutivas con la participación de más de 76 artistas, quienes han producido más de 257 obras a lo largo de nueve años. De igual forma, se han realizado dos muestras bajo la técnica de pintura al aire libre, con artistas de los colectivos Plein Air Costa Rica y Pintores al Aire Libre de Costa Rica, las cuales han acompañado las dos últimas ediciones del festival.
El año 2015 marcó el inicio del Festival Amón Cultural como hoy lo conocemos. Ese año se decidió sacar el Festival de Danza Intersedes del Tecnológico “a la calle”. De ahí que se siga considerando el “platillo fuerte” del Festival. En esa ocasión se acompañó la oferta artística con recorridos arquitectónicos guiados por el barrio, lectura de poesía e intervenciones teatrales en algunos puntos.
Para el año 2016 evolucionó más el concepto del Festival Amón Cultural y se tendieron vínculos con una emergente red vecinal y de organizaciones instaladas en el barrio. Esto permitió aumentar significativamente la agenda de actividades, las cuales comenzaron a tomar el espacio público. En esta línea, destacó la tarima principal que el Tecnológico colocó en vía pública, donde se desarrollaron una serie de actividades diurnas y se cerró con el Festival de Danza Intersedes. A partir de esa edición, la oferta cultural se empezó a organizar en cinco ejes temáticos: arquitectura, vida urbana, artes escénicas, medio ambiente y arte y diseño.
El año 2017 marcó un punto de inflexión para el barrio y para el proyecto porque se dio un salto cualitativo y cuantitativo que aumentó la visitación y la participación de Amón Cultural. Esa tercera edición duplicó la oferta de actividades y sobrepasó las cien a lo largo del día, gracias al involucramiento de 58 organizaciones. Como novedad, se realizó una proyección en video mapping sobre la fachada de Casa Verde, el cual contaba la historia de este inmueble que estaba a las puertas de recibir la declaratoria de patrimonio histórico-arquitectónico.
Para el 2018, se incorporaron más manifestaciones culturales, como las mascaradas, la cimarrona y el parkour. Además, la Alianza Francesa organizó un pique-nique sobre la calle 5 adyacente a sus instalaciones. Aquella ocasión fue propicia para que la Asociación para la Conservación y Desarrollo de Barrio Amón celebrara su primer cuarto de siglo y para organizar la primera convocatoria de video mapping, la cual proyectó todos los trabajos finalistas en la fachada de Casa Verde.
Para el 2019, se incrementó la oferta recreativa y el público pudo hacer desde yoga a primera hora de la mañana hasta bailar el hula-hula en plena avenida 11 en horas de la noche. En esa ocasión, destacó la participación de la Fuerza Pública con un concierto de rap a cargo de varios oficiales y la integración del Parque Botánico y Zoológico Simón Bolívar en el desarrollo de talleres y charlas para grupos infantiles sobre temas ecológicos. Para ese año se consolidaron las muestras de teatro de improvisación y de cuentacuentos en la vía pública.
El año 2020 marcó el inicio del confinamiento por la pandemia de COVID-19, sin embargo, el Festival Amón Cultural fue la última actividad cultural de grandes dimensiones que pudo disfrutar el país antes de que rigieran las restricciones sanitarias. La amenaza del virus no fue obstáculo para que miles de personas disfrutaran de la pintura, de la música, del teatro, de la danza y de múltiples manifestaciones artísticas más, como si supieran que aquel disfrute presencial tendría que durarles, al menos, dos años.
El año 2021 fue diferente para toda la población mundial, la cual tuvo que acostumbrarse a las actividades virtuales por la pandemia, desde su trabajo hasta los tiempos de ocio. Por este motivo, el Festival Amón Cultural se ajustó a los tiempos y ofreció una gran gama de eventos que podían seguirse desde cualquier dispositivo electrónico con conexión a Internet, desde talleres de manualidades hasta espectáculos de teatro virtual.
El 2022 marcó el retorno parcial a las actividades presenciales. Fue así como el Festival Amón Cultural presentó una agenda híbrida de actividades bajo el lema “Persistir”. No poca gente se animó a acudir con su mascarilla y alcohol en gel a las exposiciones de pintura y a las funciones de teatro de improvisación, mientras que centenares de personas siguieron los eventos sincrónicos y asincrónicos por las redes sociales.